sábado, 22 de diciembre de 2007

Varanasi (India)

Varanasi es la ciudad santa más antigua del mundo, a las orillas del rio Ganges. La fe popular sostiene que el alma se purifica al banarse en el sagrado Ganges (Ganga), rio adorado por los hindues. Hay 3 ciudades santas en sus orillas: Varanasi, Rishikesh y Haridwar. El contemplar las multitud en las orillas del rio es una de las muchas experiencias fascinantes y misteriosas que hay en la India.

La ciudad tiene varios nombres: Benarés, también llamada Kashi "La Luminosa" o Varanasi, su denominación actual. Más de 2000 años de historia la convierten en una de las ciudades más viejas del mundo. De todas maneras la ciudad ha sido destruída y reconstruida tantas veces que es imposible encontrar nada más antiguo que un par de siglos. Está totalmente descuidada y desgastada, muy sucia.

En la actualidad continua siendo el lugar de peregrinación más importante de toda la India, donde muchos hindus van a morir, ya que la ciudad representa el paso del mundo fisico al mundo espiritual y el Ganges es el rio de la salvacion. Produce inspiracion espiritual el ver a tantos creyentes apasionados: extravagantes peregrinos, sadhus (hombres santos) y brahmanes (sacerdotes hindues) que hacen ofrendas a los dioses, los devotos que se purifican en las aguas. Los espectaculos y los himnos vedicos se entremezclan con el aroma de incienso que sale de los templos.
Lo primero que hicimos fue dar una vuelta por los Ghats que hay a lo largo del Rio Ganges (en total hay mas de 80 ghats). Los Ghats son escalones por los que los peregrinos descienden todos los dias para bañarse en el río sagrado. Los indios van al río a hacer sus abluciones y hacer ofrendas. De un lado la gente lavándose. Del otro barcas llenas de turistas, a sólo unos metros, tomando fotos del curioso ritual cotidiano. Los peregrinos oran en las escalinatas del rio, las mujeres se bañan en sus saris de colores, otras mujeres lavan ropa dejando tramos de saris y cientos de pareos extendidos en los suelos y barandillas. Otras personas se lavan los dientes. Algunas vacas (sagradas) deambulan, familias de cabras descansando junto al agua, yoguis y decenas de sacerdotes meditando. Cientos de Sadhus, envueltos en túnicas de color azafrán, cantan desde el templo sus mantras. Ellos han renunciado al mundo externo para conquistar el interno.
Beber de las aguas del río es un acto de purificación, cientos de personas se zambullen diariamente en unas aguas de aspecto terriblemente insalubre. El agua es marrón y sucia. Muchos estudios afirman que tiene un altísimo índice de contaminación, pero a ellos no les importa porque es sagrada. Decenas de peregrinos van llegando para dejar sobre el agua sus ofrendas de flores.

Estuve en el ritual diario en el que se venera al rio sagrado - cuanta espiritualidad y emocion! Realmente alucinante. ... En Dasaswamedh Ghat se celebra todos los dias al atarceder una ceremonia llamada "ganga aarti", que consiste en depositar unas ofrendas de flores y velas en el rio sagrado. Al atardecer se llevan a cabo las pujas. Este es un ritual védico que, al igual que la ciudad, es más viejo que el tiempo. Se ha hecho de la misma manera por miles de años y se utiliza un fuego sagrado milenario que se mantiene prendido desde tiempos remotos. Jóvenes sacerdotes de la mas alta casta de Brahamines son los únicos que pueden hacer el ritual, realizan ofrecimientos del fuego védico al río sagrado. Los sacerdotes ofrecen a los dioses los cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y el quinto elemento de la tradición hindú "el que envuelve todo". Cada elemento encuentra su simbología, representados por una flor, un recipiente que contiene agua del río, una lámpara de aceite, una cola de pavo y un trozo de tela; los sacerdotes celebran esta ceremonia en un escenario rodeado de locales y visitantes, en el que el ensordecedor sonido de las campanillas se entremezcla con el canto de los mantras, el fervor y la aparición de un paisaje de velas y guirnaldas flotantes.

Tambien fui en una barca de remos por el rio y navegamos por el rio contemplando todo el misticismo que envuelve el ambiente. Pasamos por el lugar de cremacion de los cuerpos en la orilla del rio, de donde luego reparten las cenizas en el Ganga. En Harischandra ghat preparan al difunto. Lo envuelven en papel dorado. Lo aderezan con flores. Cuando les llega el turno de incineración se acercan al río. Lo mojan. Dan 5 vueltas rituales. Preparan la pila de leña y prenden fuego. El humo asciende. Cuando las llamas desaparezcan, un bote llevará los restos al río. Entre flores, barcas y bañistas, las cenizas de los cuerpos quemados en los crematorios de la orilla son arrojadas a la Madre Ganga, al río sagrado que acoge almas, cenizas y vida.
Varanasi es el lugar más auspicioso al momento de morir. Muchos indios vienen aquí a pasar sus ultimos días. Ser cremado en el Ganga y que las cenizas sean sumergidas en las aguas sagradas es considerado una gran fortuna, y cuesta bastante dinero. Todo el ritual está diseñado para ayudar al difunto a ir al cielo en lugar de regresar a otra sucia y ruidosa ciudad India. Así que, seguramente, valdrá la pena el gasto.

Algunos locales nos explicaron un poco acerca de los rituales. La madera es bastante costosa, el precio por kilo depende de la calidad, el más costoso es el sándalo aromático. Tienen balanzas inmensas con las que pesan cuidadosamente los palos. Algunos de la casta de los "intocables" son especialistas en cremar a los muertos, nadie quiere tener ningún "contacto" físico con ellos para evitar quedar "contaminados". No hay mujeres entre los dolientes y la razón es que, anteriormente, hubo muchos casos de viudas que se suicidaban tirándose a la pira funeraria de sus esposos, hoy día, tienen prohibido asistir.

Nos sentamos a pocos metros de distancia de las hogueras y observamos cuidadosamente el proceso de cremación de unos cuantos cuerpos. Curiosamente, no olía a nada y por fortuna el viento daba en otra dirección así que el humo nunca nos alcanzó. Nos dimos cuenta que no estábamos impactados para nada, la cosa parecía lo mas natural. Nadie lloraba ni gritaba, ni se rasgaba las vestiduras. De hecho, los dolientes no se veían particularmente tristes. Fue verdaderamente fascinante ver el espectáculo y entender la impermanencia de la vida y nuestro cuerpo físico. En occidente nos hemos empeñado en negar el hecho de la muerte de una manera un poco paranoide. Los hindues lo toman de una manera más natural, para ellos, el final de esta vida es el primer paso para renacer en la siguiente. Las personas más pobres que no pueden costear una cremación son arrojadas de noche al río, lo que es ilegal. El cuerpo es atado a una roca para ser hundido en el Ganges.

Uno de los templos más venerados de la ciudad es el Viswanath Mandir, El Templo Dorado. El acceso a las callejuelas que lo rodean está vigilado por cientos de policías; ya que se lo considera un blanco de ataques terroristas. Se atraviesan puertas de control y muchos chequeos. El Templo Dorado fue construido y dedicado a Vishveswara, Shiva como Señor del Universo. Junto al templo se encuentra el Gyan Kupor, o “Pozo del conocimiento” que cuentan, contiene el "Lingam", fuente del néctar celestial de Shiva.En la torre de oro, habitada hoy por monos, una plaga que explica el significado de los enrejados de casas y hoteles. Los monos se pasean por los tejados del templo y de las casas en los alrededores.

En el otro extremo de la ciudad donde se encuentra el Assi Ghat en las cercanías de la Universidad - la BHU Benares Hindu University-, construida en 1917 y fundada como centro de educación de arte, música, cultura, filosofía y del estudio de Sánscrito. Estas escalinatas constituyen la primera de las cinco paradas donde los fieles deben tomar su baño en el ritual de la ruta llamada “Panchatirthi Yatra”: Assi, Dasaswamedh, Adi Keshava, Panchganga y finalmente el ghat Manikarnika.

Se puede decir que hay dos ciudades en una. La parte vieja, a orillas del río Ganga, con sus construcciones en piedra y callejones intrincados hay que meterse en los portones de las casas para darle paso a las vacas, pequeñas tiendas de dulces, de saris de seda, de pulseras multicolores, de guirnaldas de flores, diminutos templos con su sadhu residente, en fin... todo el ambiente propio de una ciudad antigua y sagrada. La mayoría de los callejones terminan en los Ghats donde está la legendaria vista de Varanasi. La vida a las orillas del Ganges no debe haber variado mucho en 3,000 años; barqueros cruzando el río, vendedores ambulantes ofreciendo de todo, chiquillos descalzos y cabellos despeinados vendiendo ofrendas de flores, hombres y mujeres tomando su baño diario, búfalos recibiendo su baño semanal, y en algunos Ghats especiales cuerpos ardiendo en piras funerarias.

La otra parte de la ciudad es bastante menos poética y tiene el encanto de una mezcladora de cementos. Es el mejor ejemplo del caos de la India "moderna". Las calles están super congestionadas con todo tipo de tráfico. Mucho smog y mucho ruido de bocinas, realmente ensordecedor. El bullicio resulta abrumador.

El último tramo hasta el río hay que recorrerlo a pie . El gentío intimida mientras se camina por la calle principal que desemboca en el Dasasvamedha Ghat - “Ghat” es el nombre que se le atribuye a cada una de las 84 escalinatas de acceso al río, una de las principales atracciones de esta ciudad. La mitología hindú cuenta que el alma requiere 84 millones de encarnaciones antes de poder liberarse del ciclo de la vida y la muerte, tal vez de ahí el número de ghats. Por fin sobre las escaleras, los rayos del sol iluminando el río sagrado se muestran desnudos ante el visitante, el Ganges; es un paisaje pincelado con la increible luz de esa ciudad y los miles de saris y pareos que en la orilla se extienden, mientras los fieles toman el baño en las aguas sagradas y los muertos son incinerados en las fogatas, mientras vida y muerte cierran un único círculo.

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