Limpia y ordenada, Frankfurt es mucho más que su Bolsa de Valores y el Banco Central Europeo, por los que es internacionalmente conocida. Mas de 300 bancos extranjeros tienen su sede en la ciudad. Frankfurt es la apital financiera de la Unión Europea, El euro se maneja desde esta ciudad. Este carácter empresarial y financiero le ha valido los sobrenombres de "Bankfurt" (jugando con el alemán bank, banco) y "Mainhattan" haciendo un juego de palabras entre el nombre de su río y sus parecidos con Nueva York.
La plaza Willy Brandt, al lado de la sede del Banco Central Europeo, es el centro financiero. Entre la Ópera de Frankfurt, en la que para la primavera están programadas Electra, El Fantasma de la Ópera, Las Bodas de Fígaro, Mozart y Salieri, La Rosa Blanca o La traviata, y los rascacielos del Dresdener Bank, Deutsch Bank y el Banco Central Europeo arranca un pasillo verde que rodea el casco antiguo de la ciudad, y que sustituye a los que fueran las murallas en su día.
Y por ahí comienza la ruta para descubrir la ciudad que según la leyenda, fundó Carlomagno, rey de los francos, cuando huía de los Sajones. En medio de una espesa niebla el franco no sabía por donde atravesar el río Main, pero una corzo blanca se presentó tras de él y comenzó a cruzar el río. Carlomagno y sus tropas le siguieron, y los guerreros sajones quedaron al otro lado del río. Así se fundó Frankfurt, o fuerte de los francos, y por esto en la otra orilla permanece el Sahonhaus, o "casa de los sajones".
Hoy, la historia se repite, Frankfurt es ciudad de paso de francos, sajones, alemanes y resto de europeos. Pero no por el río, sino por los altos edificios bancarios de su centro. El paseo por la zona de torres culmina con la subida a la azotea de la Maintower que ofrece una vista desde 200 metros de altitud. La Torre Comerzbank es el rascacielos más alto de Europa.
A menos de diez minutos caminando desde la Bolsa, se encuentra el centro "histórico". Entre comillas, sí, ya que los que parecen ser antiguos edificios típicamente alemanes son, en realidad, unas buenas réplicas construidas hace menos de 25 años. Y es que la ciudad fue destruida prácticamente durante la II Guerra Mundial, tan solo una casa, en esa misma plaza, es anterior a esta fecha. Así como las iglesias de la zona que, en cualquier caso, han tenido que ser reconstruidas. Los edificios originales datan de cientos de anios, del siglo XVI.
Se puede pasear a lo largo de agradables paseos en ambas orillas del río Main. Desde los puentes se aprecia la extrania mezcla de antiguos edificios, torres de iglesias antiquisimas y la imponente Torre de la Catedral todo mezclado por los modernos altos edificios y rascacielos bancarios. Se puede tomar un crucero por el Main que dura mas de una hora.
Hay muchos museos: el Museo Gierch, que alberga la pintura autóctona de la región, el Museo de Escultura Antigua, que repasa la historia de este arte desde Grecia hasta la actualidad o el Museo de las Comunicaciones, el de Arquitectura, el de Cine Alemán, el de cultura del mundo, el de historia judia, etc.
Hay mercados: los sábados hay un curioso mercado de objetos originales, de segunda mano, procedentes de todo el mundo, a modo de rastro, donde una vez más se pueden ver en sus mercancías la multiculturalidad de la ciudad. Hay un pequenio mercado (Kleinmarket) con brillantes y ordenados puestos de atractivas frutas y verduras exoticas y demas "delikatessen", como quesos, panes, fiambres, aceitunas, etc. Uno se puede comprar un sandwich a gusto propio, y comerlo en la terraza del mercado, en un bar donde venden vinos. Pedimos unas copas de vino (blanco y tinto) y alli comimos nuestros sandwiches recien preparados...
El paseo Zeil es la calle peatonal y principal arteria comercial de la ciudad, donde se pueden localizar almacenes típicamente alemanes como Kufhof, Karstad o Peek&Cloppenburg, además de las tiendas internacionales (H&M, Spirit, etc)
En la plaza donde termina la calle Zeil, los jueves y domingos se celebra un popular mercado de productos agrícolas. Hay decenas de puestos de salchichas, postres típicos alemanes y sidra o "vino de manzana" y se puede comer sentado en los bancos de la plaza.
Un ambiente más selecto se encuentra en la Goethestrasse o Calle de Goethe (ojo! alla no se encuentra La Casa Museo de Goethe) que reúne las firmas de moda más exclusivas del mundo.
En la calle Hirschgrassen es donde está la casa donde pasó la infancia Goethe, lugar casi de culto para los alemanes, que como el resto de la ciudad no es el original sino una reconstrucción posterior a la II Guerra Mundial. En 1749 nació el ciudadano más famoso de Frankfurt, Johann Wolfgang von Goethe.
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