Efeso y Pergamon
En Turquia visite' las impresionantes ruinas romanas de Efeso y Pergamon, y dos pueblos turisticos sobre la costa: Foca y Kusadasi. La costa es espectacular: el mar azul-celeste intenso, bordeado con vegetacion boscosa frondosa, y va dando vueltas en muchas bahias y... la carretera sigue de cerca la costa, bastante mas elevada que el nivel del mar, asi que se aprecia un paisaje hermoso con una serie de pequeñas calas apartadas con playas arenosas.
Bergama (Pérgamo); en otra época un gran centro cultural, es uno de los mejores emplazamientos arqueológicos de Turquía. En la Acrópolis, los templos de Trajano y Dionisos, el monumental altar de Zeus, el santuario de Démeter y el gimnasio se extienden sobre tres terrazas y el ágora. En la ciudad se aconseja visitar el Museo Arqueológico y Etnográfico, así como el templo dedicado a Serapis.
Uno de los puntos principales de cualquier viaje a Turquía es una visita a Efes (Efeso), en su tiempo el más rico centro comercial del mundo antiguo. La ciudad, cuya riqueza y mecenazgo fue el soporte de su espléndido programa arquitectónico, estaba dedicada a la diosa Artemisa. La última forma de su enorme templo, varias veces reconstruido, data del siglo III a.C. y está considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
Entre la gran cantidad de ciudades antiguas y ruinas clásicas de Turquía, Éfeso es la mayor y la mejor preservada. De hecho, es la urbe clásica más deslumbrante del Mediterráneo. Éfeso, una de las doce polis de Jonia, fue un floreciente centro cultural de la antigua Grecia, así como una activa capital provincial en época romana. El templo de Diana fue considerado una de las siete maravillas del mundo, y la propia población poseía gran renombre por su riqueza y su belleza. San Pablo y san Juan visitaron la localidad y se dice que la Virgen María pasó allí sus últimos años. La visita a las ruinas puede efectuarse más o menos en cuatro horas; si se realiza en verano, es mejor acudir temprano, pues hacia el mediodía el ambiente es absolutamente bochornoso. A lo largo de dicha visita se puede ver la gruta de los Siete Durmientes, en la que siete jóvenes cristianos perseguidos por los romanos durmieron durante dos siglos y luego se despertaron y se acercaron tranquilamente a la ciudad para comer algo. Merecen también atención el colosal gimnasio; la vía Arcadia, con su calzada de mármol; el imponente templo de Adriano y una gran profusión de fuentes, piscinas, burdeles, bibliotecas y letrinas públicas.
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