domingo, 12 de noviembre de 2006

Gran Muralla China


Gran Muralla China


Iniciada por el emperador Qin Shi Huang, la muralla se extiende a lo largo de 5.200 kilómetros y separa el valle del río Amarillo de la Manchuria interior, de donde llegaban las oleadas de jinetes mogoles a saquear ciudades y pueblos.


El paseo a la muralla fue organizado por el simposio, todos se anotaron: 8 micros todos llenos. Salimos muy temprano por la mañana rumbo a la gran muralla China. Esta en realidad no es una sola muralla pero en realidad varios segmentos que constituyen el sistema completo de defensa ocupado durante miles de años, principalmente para protegerse de los ataques desde el norte. Por lo mismo la muralla china se puede observar en distintas partes.


En esta ocasión fuimos a ver el segmento de Badaling, el cual es el de mas fácil acceso desde Beijing, a unos 80 kilómetros al noroeste. Es difícil no sentir emoción y no recordar cuando vi, por vez primera, las pirámides de Egipto, el deslumbrante Taj Majal en India. La muralla cubre aproximadamente 5 mil kilómetros y tiene un ancho de unos 4-5 metros que permitían a cinco personas a caballo recorrerla uno al lado del otro. Desde la base se divisan dos segmentos de la pared, los cuales ascienden hacia ambos lados desde la base. Desde la base ya se aprecia la magnitud impresionante de la obra, pero para realmente apreciarla en toda su imponente magnitud, la verdadera odisea es subir la muralla a conquistar la última torre que es visible.

Me tomó unos 90 minutos y varios litros de transpiración el llegar a la cima. A diferencia de subir en una carretera típica en la cual se trata de minimizar las pendientes usando curvas y algunos cortes en la montaña, la muralla China va derecho, o sea es como subir el cerro derecho, lo cual lo convierte en una verdadera tarea de escalamiento. Hay que subir por los escalones irregulares y con pendientes de hasta 45%! La subida aunque durísima valió la pena. La vista desde la cumbre permite apreciar en toda sus dimensiones la magnitud de la obra. Se puede ver hacia ambos lados la muralla que llega a ser casi invisible a medida que se ve más chica en el lejano horizonte.


En general la gran mayoría de turistas son locales, hay también extranjeros. Para los locales el subir a la punta de la muralla es casi una cosa de orgullo nacional. En la muralla hay monumento con una frase de Mao: "si no has alcanzado la gran muralla china, no puedes ser un héroe". Este puede ser el motivo por el cual son verdaderas hordas de gente, de todas las edades encaramándose hacia la cima. Lo sorprendente es que llegan, había allá arriba, viejitos, señoras, niños, etc. que era difícil de explicar como habían llegado. Yo amanecí los dos días siguientes bien adolorida de las pantorrillas después de esta gracia.


Ya en la cima, en un puestito te ofrecen sacar una foto con la imponente muralla de fondo, te la pegan en un certificado con tu nombre, fecha y sello chino, te lo plastifican y te lo entregan en menos de dos minutos – todo por 2 dólares…irresistible. Me fui orgullosa con mi certificado…
Al arribo a la muralla hay una interminable fila de tiendas de souvenires,bastante berretas. Todas venden las mismas cosas, con muy poca variedad. Los precios eso si son muy buenos en todo. Los turistas compran todo: campanitas, muñequitas, abanicos, máscaras, t-shirts con la frase “I have climbed the great wall”. Yo también.

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